Confesiones de Caín
Encuentro la sexta puerta.
Se presenta pletórica de misterio
Repico cinco golpes secos.
Uno por cada dedo repico.
Nadie contesta a mi llamada.
Las murallas se han cerrado.
Por una grieta aflora una cola.
Con los dientes la estiro hacia fuera.
Era hermano de fortuna,
–¡fuera!, le digo.
Por el hueco me cuelo como randa.
La luz es tangible, cegadora.
El olor es de jardín fermentado.
Un mural de fuego me circunda.
Es la catedral de la fortuna y el dolor.
La fatiga nubla el pensamiento.
Siento miel en los labios.
El aire es aroma venéreo.
Una erección voraz me sacude.
¡He de acoplarme al instante!
XXX
Como el polvo
Doce almas vacantes
Se descomponen
XXXI
Tu no lo sabes
Tienes cinco sentidos
En cuarentena
XXXII
Eres desecho
El mar no se recoge
Pensando en ti
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