domingo, 6 de septiembre de 2009

Leer en el cielo


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Tallar diamantes con un martillo estelar. 6-9-09

Él sol nos propone un canto seductor con un gesto imperceptible, una danza a la cual no podemos substraernos. Él genera situaciones imprevisibles y dibuja de manera débil el perfil de los nuevos signos, trazos que lo definen y nos determinan. Él insinúa nuevas situaciones, nuevos lenguajes y símbolos, los cuales descubrimos sorprendidos desde Alcor y le formamos un contexto comprensible. Gestos, signos y símbolos se presentan ante los ojos para ser interpretados y sentidos como una aventura extraordinaria. Fénix y la ciudad del sol es una de las muchas, de las infinitas lecturas. !Es un diamante para el pensamiento!

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Los hexagramas, las seis líneas del I Chin, nos abre el camino de la unión de los contrarios. El libro de las mutaciones, es la fuente de saber y la caja del buen consejo. Tiro seis palitos en el aire y me muestran al instante los caminos del devenir. Se presentan solícitos los dibujos en el aire, también los consejos... ¡hoy no quiero sembrar más cizaña...!

En el desierto apasionado que nos presenta Alcor, algo siniestro nos señala el camino y nos dice en silencio que ocupamos una posición indefinida e insignificante en el espacio. Vivimos en un páramo sin límites donde la vida se da como la expresión de lo posible, pero hay final para todo y no es precisamente el deseado por nosotros. Así de endeble es nuestra realidad, así de fugaz son los instantes que nos señala el paisaje, así de vacío es el escenario en el que sólo tiene presencia el leve temblor del horizonte.

Todo es transito y permanencia; también así lo transmiten los colores del alba y hay que leerlo y memorizarlo para tomar conciencia de ello.

El universo danza enlazado todo él, nada puede evadirse de sus redes misteriosas; de manera obligada pero ignorantes de ello, bailamos su compás con los brazos en alto. Con piedras y cornaleras danzamos, com martillos y escoplos pulimos diamantes. Con pasos inventados, mentalmente y biológicamente tenemos que seguir el ritmo de las vibraciones y los movimientos del mundo. Hay que danzar y cantar imitando sus movimientos...

La vida se manifiesta en nuestra mente como un torrente de expresiones y las ideas se revelan de manera furtiva, las cuales tenemos que atrapar entre las obras con las voces del misterio.