viernes, 23 de octubre de 2009

IIVoz

Tienes el corazón encendido en espirales; ¡he de ahuyentar las tinieblas! 23-10-09

IIVoz


Muevo las manos y agito los instantes.
Sin querer, entre ellos brota tamo vivo.
Todo lo que nace es posible, no hay virtud.
Esa es mi voz perenne, hoy la reconozco.

Esas son mis manos activas entre palancas.

Las palabras no me representan, sólo insinuan.

Mi mente se ha fundido con el tiempo.

En el brillo de las hojas quedo prendido.


Zarandeo el timbre de la gran campana.
El badajo fecunda el lugar con luces nuevas.
Lo tomo en la mano y disperso el polen.
Me quiebra la espalda en una descarga gozosa.

Las partículas germinales navegan.
Son rumores de los bronces circulares.
Sus grandes olas me hacen vibrar los parpados.
Un sueño eterno se apodera de mi mente

¡Soy la parte silenciosa del canto…!