jueves, 19 de noviembre de 2009

Legajo I. VI

En el limbo la soledad es cósmica, la eternidad un instante. 19-11-09

Legajo I. VI

El pozo del dolor I


Hoy testifico como el aire.
Dejo planear plegarias pendientes.
¡No siempre son peticiones de los vencidos!
Mi cesión conlleva obligaciones y trabajo.
Tómalas con fuerza y haz tuyo el camino.

El testamento es aliento del sol.
Lo confío plegado y cubierto de cera líquida.
Es plancha de plomo con palabras firmes.
Es memoria de los hombres, el templo del sol
En un tubo de cobre desciende lentamente.

Durante días se ha llenado de mi voz.
Quedará custodiado en el pozo del dolor.
No hay saqueador de tumbas que se atreva.
Ciento ochenta metros de roca y arcilla.
Cincuenta metros bajo el nivel del mar.

Es la luz que resplandece en la sombra.
Una sima tenebrosa y ceñida es mi amparo.
El refugio de Batman es una covacha ciega.
El bunker más sólido queda disminuido.
Sólo el tiempo podrá vulnerar sus leyes.

Hijo, escucha bien mi canto…
Tu me llevas a los recovecos de la noche.
Como lombrices descendemos al abismo.
Ya son sensaciones familiares que conozco.
Ahora quedan disueltas en la vida.

Palmo a palmo procedemos…
Con sigilos tenebrosos bajamos.
Como humo pesado descendemos.
Allí dende los ojos quedan ciegos
y la boca enmudece como la roca.

Allá dejaré un pliego de recuerdos materiales.
La caja con los salmos y las cunanas en DVD.
Quizá también un disco duro y blindado.
Es fuego frío que ha encendido mis ojos.
Voz que clama, susurra en un agujero.