lunes, 26 de octubre de 2009

III Voz

Todos los caminos empiezan en ti. 26-10-09

III Voz

(Confundido, el invovoz se desdobla y dialoga con dos voces;
quizá habla cuando ha de callar)


La mente humana fluye y se excita.
Como un halcón dentro del huevo.
Confinado en su membrana grita
y antes de ser nada ensaya el vuelo.
Luz o fotón paradójico que gravita.

Encima de Alcor observo el mundo dormido.
Es creación indeleble de nuevas realidades.
Mi garganta dirime en libertad un gemido.
Que agita los montes y enlaza las pléyades.

De él nace la voz
de estos calvarios temidos.

En mis manos danzan los tejidos quánticos.
Los neutrinos atraviesan cuerpos masivos.
El espín viaja de golpe de tus ojos a los míos.
Dejan dulce fragancia y besos compasivos.

La energía negra se expande por tierra baldía.
Me atrae y lleva a la puerta del absoluto vacío.
Succionado paso por la puerta de la otra arpía.
Y destroza enteros los cuerpos en el baldío.

Su ojo devorador
es un tornado diabólico.

Aquí contemplo luces de galaxias oscuras,
Páramos de soledades los observo cada día.
Es el final del trayecto irrisorio e inseguro.
En la vida de una estrella que la luz perdía.

Quizá es el sumidero cósmico, el fin del llanto.
La alberca del posible comienzo que se inunda.
Quizá es el lugar misteriosos del primer canto.
Donde veo tu luz casi apagada que relumbra.

Allí lanzas un gemido que
seduce hasta la vulva.

Observo que ya estás preparado para el regreso.
Añoro los días luminosos con tu aliento añoro.
El canto del ave lira, la luz del alba en progreso.
El timbre de los metales, el jardín que imploro.

Defiendo mi vida mortal
en la ciudad de oro.