martes, 1 de diciembre de 2009

Legajo II. IX

Como la luz se abre la cúpula ligera. 1-12-09
Legajo II. IX

Vida I Fase

No puedo conceder el perdón.
Ni puedo impartir los castigos.
Con mis rayos hago la pitanza.
Sin querer os alimento cada día.

Acaricio con luces entre yemas verdes.
Animo el viento que ha de colmar el pecho.
Así dejo libre el dogal y las fiambreras.
Todas en cascada se llenan a rebosar.

Mirad el cordero comiendo brotes tiernos.
Como el hombre lo descabeza y destroza.
Lo silencia con la mano en la boca, le corta la yugular.
Con aire a presión le arranca la piel en vivo.
Su carne trémula clama despellejada.
Él no derrama ni un lamento de dolor.
Es cuerpo y sacrificio de la pasión perdida.

El fitoplancton es la crianza de mis ojos.
Las cianobacterias son base de la columna.
En ellas me transfiguro, ¡es oro verde!
Me miro en las aguas y veo mi rostro vivo.
Soy imagen de especulo que deslumbra.

Paseo por los prados del plancton nutricio.
Rpaso el cucharón entre oleadas mansas.
Al alba os acarreo la comida cada día.
Vuestros pies son tiernos como limacos.
En el suelo sois peonzas tambaleantes.

Vida II Fase

Sólo ellos son puros.
Beben de mis manos.
Querubines maduros.
Ceremonia de tallos.
Verdeantes y oscuros.
Robustos los mazos.
Diminutos anuros.
Que llenan los cazos.
De vientres impuros.

Vida III Fase

Comed, tenazmente comed la muerte.
No hay mayor pecado que morir de hambre.
Devoraros en un festín imparable.
Los que toman mi luz están libres de matar.
Los demás han de comer la vida.

Abrid la boca como fillesnos hambrientos.
Yo soy el pan y la mazorca de oro.
En la vaina dejo caer semillas fértiles.
Millones de hembras quedarán en cinta.
Será una primavera henchida de tallos tiernos.

Soy el hacedor desterrado en el limbo.
Mi reflejo surca los caminos del cielo.
Hoy añoro el regreso como miga de pan.
El invovoz reproduce mis deseos.
La fuerza de la esperanza es mi legado.

Con ella nace el impulso del creador.
La piedra que lo transciende.
La infamia que lo envilece.
La leyenda que lo ampara.
El salmo que lo duerme.