lunes, 23 de noviembre de 2009

Legajo II. III

Buenos días amor, buenos días. 23-11-09

Legajo II. III


No existe el pecado no existe.

¡Ahí, en vuestro pecho, tampoco!

Podéis fornicar como las plantas.

Ensayar con gozo todos los amores.

El corazón paga el precio crecido.


¡Eso es todo!


Como el polen, franquead el océano.

Haced cruzamientos fantásticos.

Vivid en un coito interminable, ¡cada día!

Morir el éxtasis de la razón perdida.

Deslumbrados y traspuestos de gozo.


No hay pecado capital, no hay pecado.

En la Comella los enterré en una roca.

Podéis comer hasta saciaros y reventar.

Llenar los ojos de ira y de rayos de luz.

Dormir y ser piedra entre piedras dormidas.


Los sueños lujuriosos son premio en la vida.

Se paga con dolor, es el precio y la mortaja.

Así pasa siempre, es la ley de los cambios.

Por eso os dejo el testamento del camino.

Cuidad el pensamiento de los niños.


¡Es el tiempo feliz que ofrece la vida!


Nada es igual a su sueño anhelante.

Es el soporte más firme en la mente.

Los ojos se llenan de asombro.

Se vuelven canciones de cuna.

Los días pasan en un jardín luminoso.


El tiempo mítico quedó prendido.

Salífera de recuerdos adornado.

Nada es igual y todo permanece.

Os dejo la caja de la melancolía.

En ella se maceran las pasiones.


Como cirros mansos yacemos

¡sólo los últimos días!