jueves, 10 de diciembre de 2009

Premio Nobel al Fénix Barack Obama

Mis palabras, mis medallas; todas entran en la baina. 10-12-09


IV Testamento. Legajo IV. II

A Barack Obama: !Escucha premio Nobel!


Alegato III


–Soy el cronista de las luces boreales.

Golpearé con un fémur de asno a los impostores.

A los que duermen en las horas de sol duermen.

A los que huyen del trabajo y viven del saqueo.

A los que dilapidan los besos heredados.

A los que quieren vivir del sueño.


Sin saber implantan el infortunio.

Son cómplices de los ángeles de la muerte.

Sin pensar dejan los campos yermos.

Sin conocer condenan y exterminan.

Sin remordimiento ocultan la luz del sol.

Son responsables con su indolencia.


Con sus mentes dopadas hieren.

Propagan desastres y profecías.

Llenan las mentes de temor y cobardía.

Queman el cielo con gas mostaza.

De nubes radioactivas lo llenan.

El clima se resiente,

¡la tierra se cuartea!


Las selvas desaparecen, ¡lentamente!

Los desiertos avanzan, ¡lentamente!

¡Escucha como gimen los pueblos de África!

Los desesperados se inmolan.

Las madres los bendicen en la boca.

Llenan las calles de cadáveres.


! Soy cronista de las luces boreales!


Los insaciables tienen el poder.

Hipnotizan con bolitas de cuero.

Con noches de amor en playas de ensueño.

Son dueños de los arcones del pan.

Gobiernan sin riesgo alguno.

No tienen patria, ni ley, ni credo.


Son sabios mostrencos y mienten.

Os llenan el alma de sentimientos engañosos.

Tenéis la mente secuestrada y confundida.

Os saquean los bolsillos y huyen a Jersey.

Ocultan su presa en paraísos invisibles.

Pagan su rescate y no cumplen condena.


No luchéis por su patria y bandera.

Para vosotros no hay más gloria que el sol.

No tendréis una página en la historia.

Ni una losa para honrar vuestro nombre.

La glorificación del pueblo es una falacia.

!No quedan campos de honor!


Con sus proclamas son magos negros.

Infectan con chapapote los océanos.

Contaminan con dióxido de carbono.

Resecan los campos, infectan los ríos.

Ensucian el aire con su aliento anal.

Abandonan la senda trazada por la vida.


Si seguís así estáis perdidos.

Como plomo caeréis al foso.

Ellos os dejan en el desamparo.

Lo pueden hacer a capricho.

Una vez más seréis vencidos.

Este es hoy el alegato que os dejo.


¡Soy el cronista de las luces boreales!–