viernes, 6 de noviembre de 2009

III Voz

Entras y sales por la ventana del asombro. 6-11-09

III Voz

Una danza interminable nace de mis pies.

En el hueco de la boca aparece una cunana.

La tarareo con el disco de oro en la mano.

Lo contemplo absorto.

Lo miro como semilla de pan.

Le digo…, ¡eres oblea con ojos de niño!

¡Galleta María, palabra encendida!


Girar, girar, girar y empezar de nuevo.

Virar junto a las piedras, los astros, las estrellas.

Todo rueda contigo en la fastuosa eternidad.

Los anillos en el cielo viran.

Son alianzas eternas que nacen.

Ellas se consumen sin intención alguna.

Sus efectos son la causa de la ciudad del sol


Es un ritual que trenzan los espectros.

Una danza que nace del caos y vuelve a él.

Un acto seductor que resplandece cada día.

Sueña en los retiros de mi mente.

Como un niño duerme.

Entre las uñas vibra como una sonaja.

No hay otro pacto que la alianza contigo.


Eres una estrella pequeña que acuno.

Duermes como una golosina en mi boca.

Las estrellas como tú están ausentes.

Algunas mueren súbito.

Me estremece la lejanía.

Soy tan insignificante encima de Alcor.

Tan necesitado de auxilio y consuelo


¡Tú me alientas al despertar el alba!

Por eso yo te digo al aguijar la mañana.

!Buenos días amor, amor…, buenos días!

Tu sigues el rastro en la luz.

Yo vivo la noche sin cesar.

Tu estela deja un surco hondo en mi vida.

Contigo formo una alianza en la tierra.


Un abrazo seducido en la montaña.

Un hierro hendido en el pecho.

Así recreo la danza del carbono 12.

El elogio de la vida me asiste.

Me inflama los téselos.

Es un enlace tensado que se agita.

Erguido como palanca de acero erguida.

Busco le rendija y penetro lentamente.


Mi fuerza mueve los pensamientos.

Se transforma en óvolo fecundado.

La tierra me asiste.

El nudo está apretado.

Como vaselina entra y sale dulcemente.

El sueño de los tiempos cae como el rocío.