domingo, 1 de noviembre de 2009

Huída VI.II

Tu eres custodio de mis pesares, en ti confío. 1-11-09

Huída VI.II

Costuras sobres costuras mis abalorios.
Pieles resecas entelan las pestañas.
Una sortija en un diente me hará reír.
Una moneda perforada en la pupila.
Será la nueva ventana de asombro.

Me dibujo unos ojos seductores.
Una boca carmesí, una mueca ardiente.
Me pongo unos guantes de cabritilla.
Un gabán que me cubre hasta los pies.
Puedo seducir a damas muy hermosas.

En la entrepierna cuelgo una berenjena.
Un sistema mecánico me hace ir áureo.
Con taninos vegetales perfumo el aire.
Me acompañan los cantos de Mit Yager.
Es el preludio soñado de la gran noche.

En el primer beso han quedado los labios.
Prendidos en su boca como un pingajo.
Alucinada canta, ¡mi novio es un zombi!
Todavía luce en su rostro aquel encuentro.
Yo huyo de espanto por los cantales.

El remo ha caído en el abismo.
Los pies han perdido el firme.
Las manos los asideros las manos.
La garganta hueca no gime.
El ano constreñido no ventosea.

Reseca la boca de harina marchita.
Los manos son pergamino de perro.
De arena los recuerdos de arena.
Se han vaciado las ubres lujuriosas.
El cantonear de las caderas es ceniza.

Me deslizo por las alcantarillas.
Entre jugos pestilentes me desplazo.
Como una hoja de eucalipto me balanceo.
Es una competición a muerte y acero.
Es inevitable la desdicha en la huída.

!Hoy es día de todos los santos!