martes, 22 de diciembre de 2009

Legajo IV. V

La era cambia de signo, ¡lemtamente! 22-12-09

Legajo IV. V

Batiré con un soplo de luz el mal gobierno.
Sabedlo hijos de la pereza.
El despilfarro trae noches dolorosas.
Llena los caminos de hierba y muerte.
Hace nido en los estómagos vacíos.
Llaga epidémica en las mentes.

El trabajo es el camino, no el castigo.
Pensad que tenéis que rehabilitar la tierra.
Sanear los pensamientos impuros.
Yo los marco al despuntar el alba.
Ellos envenenan las lagunas, los mares, los veneros.
Las montañas, los valles, las tierras planas.

Emponzoñan el corazón de los jóvenes.
Con promesas de colores y mentiras.
Os veo cada mañana conspirando entre papeles.
Buscáis el poder y estáis dispuestos a todo.
Vuestros actos dejan las tierras yermas.
Las cunas vacías, las madres secas.

Hacéis leyes que infectan el aire.
Hacen crecer heridas en el corazón.
Prisiones de soledad y desconsuelo.
Congojas en las madres con hijos perdidos.
Llagas incurable en el pensamiento.
Confusión y espanto en la vida.

Estáis contaminando las aguas con vanidad.
Quemando las montañas con abandono.
Cubriendo las tierras fértiles con asfalto.
Asolando los mares con inmundicia.
Contaminando el aire con gases fétidos.

¡Vuestra sed de destrucción es insaciable!

Abandonáis a los ancianos en aulas vacías.
Lleváis a los jóvenes a las playas de la mentira.
Pesáis las palabras con balanzas trucadas.
Tenéis el poder como propiedad divina.
Vuestra mente es nido interesado.
La humanidad se disuelve entre electrones.

¡Hoy firmo el testamento al despuntar el alba!

Pensad diez veces el trazado de los caminos.
Once veces las promesas.
Doce veces las ordenanzas.
Trece veces los castigos.

Dejaré las tierras en el punto inicial.
Abiertas a una nueva esperanza...
Agua, sol, tierra y semilla.

¡Os doy mi palabra, firme como la piedra!

¡Dulce y flexible como las olas del mar!