martes, 29 de septiembre de 2009

Renacimiento

Te llevo sobre mi, casi no puedo soportarlo. 29-9-09

Fénix es el símbolo del renacer y genera la ilusión y la posibilidad de corregir los errores pasados. Casi todas las culturas contemplan este arquetipo y en ella se apoyan principios de bondad, cohesión de grupo, reducción de incertidumbre y efectos milagrosos.
El mundo moderno lo ha desterrado al pensamiento primario; son leyendas para niños. Ahora sólo se recrea desde la fantasía y la ficción y los contenidos que conlleva se han abandonado y olvidado. Es una leyenda relegada a no ser creíble, a divagar por los juegos del pensamiento ocioso, historias para entretener ancianos, esoterismos curiosos y terapias milagrosas.

Fénix o la ciudad del sol plantea una cuestión clara: el mito y el mundo que representa en la cultura antigua, o la ciudad del sol, la ciudad de la vida moderna en la cual se encuentran los humanos que pueden indagar en los límites del universo. El pensamiento de Fénix es La nueva mente del emperador, es la luz que se acopla a las miradas del devenir y no crea ningún dogma permanente. ¡Nada hay que se iguale a la eternidad, su corazón es de luz que tiende al reposo! Este concepto lo hace servir para negarlo, no existe la eternidad, todo es perecedero y lo que piensa hoy entre dudas, mañana puede negarlo.

Emerges del crisol como una alianza. 29-9-09

Mirando la figura de Fénix como la imagen del sol, este resplandece sobre nosotros con otro sentido y los procesos de la vida se contemplan como parte trascendente de la nuestra. Porque hemos de convenir que el hecho de tener cobre nosotros la figura del sol, no es un hecho sagrado, es un hecho trascendente…

Para renacer en la ciudad del sol, Fénix ha de experimentar los procesos de formación de vida desde estados abióticos según sabemos. La materia de Fénix ha de pasar por procesos químicos, empezar a nacer en el polímero primordial, se ha de replicar en una danza imparable, encontrar la diversidad y crear la memoria para mantenerse en una evolución imparable. Ha de pasar por los estados prebióticos, formularse en los aminoácidos, en los ácidos nucleicos y después en bacterias.

Fénix se retuerce en la escalera helicoidal del ADN se presenta como la molécula cargada de esperanza, de ahí emergen una variedad ingente de bacterias, cocos, protozoos que se mutaran en especies más complejas sometidas a una comunión simbiótica con otras. Se verá presionado, obligado a cambios radicales, a adaptaciones y metamorfosis espectaculares. Verá como todas las especies tienen un pasado común y viven todavía en simbiosis permanente. La lucha a muerte en la vida no es un proceso destructivo, ha sido la manera de crear el lecho de un sistema integrado, simbiótico y evolutivo. Todos colaboramos en el proceso de esta sinfonía asombrosa que es la vida, entre ellos los humanos.

Lentamente se preparan los lechos ecológicos donde germina la vida y el proceso evolutivo nos lleva al renacimiento que es la supervivencia de la misma vida. Fénix viaja en los caminos del cielo y su calor ha hecho posible que las primeras moléculas se unieran por la fuerte atracción de la calurosa pasión.

La creación de complejidad nos lleva a la contemplación de la realidad estética y con ella a disfrutar de la belleza del mundo y, en especial, al renacimiento espiritual que nos presenta cada día los colores de la aurora.