domingo, 18 de octubre de 2009

III Voz

Un pájaro nocturno ahuyenta las tinieblas. 18-10-09

III Voz
Una partícula juega recompuesta.
Retoza libre en el billar de la mente.
Su precisión es asombrosa.
Agita las dendritas como palma seca.
Les cambia el signo al instante y bromea.

Acciona los recuerdos como yo los palos.
Maneja súbito los conceptos y los sueños.
Rueda en la danza de la fortuna.
Me dice que Alcor es cuna de revelaciones.
Una recreación imparable me envuelve.

La ambigüedad me detiene el habla.
Como tu enmudezco ante el miedo.
Quedo paralizado.
Tus palabras son ambiguas, no las razono.
Me encorvo con espasmos al sentirlas.

Una vacilación me paraliza las manos.
Subo y desgarro el aire para creerte.
Las uñaras son alta tecnología.
Observo tu soledad y te lloro como un niño.
Me detengo y explosiono de felicidad.

Me siento parte de tus creaciones.
Una criatura nimia que danza ante ti.
Levanto las manos, sólo eso.
A veces me agita una cobija de rebeldía.
El chirriar de los dientes cuartea las rocas.

Soy tan débil como tú que iluminas todo.
Un carámbano ingrávido, un puñal frágil.
A veces se quiebra el ánimo.
Mi cuerpo tiembla de frío al amanecer.
Hoy me brota agua de mar en los ojos.

Ahuyento las tinieblas y me espanto.
Con emociones confundidas te susurro.
Las dejo ir entre el aliento.
Te digo, ¡Buenos días amor, buenos días!
Tu das pasión a mis palabras y a mis besos.

Acoplados en los giros invisibles, acoplados
Como ruedas frenéticas crujimos en el asfalto.
Es un viaje de espanto.
En los untos hervimos con los fogones.
En los amores dormimos enlazados.

Mi imaginación es un hervidero voraz.
Más asombroso que un libro electrónico.
En él estoy trabado noche y día.
Una luz radiante se expande sin cesar.
Los paisajes que dibujo me son extraños.

Hoy te entrego la caja de los secretos.
Siete piedras dormidas en la mano.
El azar me acompaña, la razón está perdida.
Las lanzo sobre un enemigo invisible.
Espero que te lleguen a tiempo.