domingo, 13 de diciembre de 2009

Barack Obama. Por la paz

El tiempo es veloz, la mente imparable. 13-12-09


IV Testamento Legajo IV. II

Al Presidente de los Estados Unidos.


Alegato V. II Voz. 7’50 h

Escucha como se desliza el tiempo

Como el pensamiento, se hace sigiloso.

Los dos cabalgan, al paso mueren.

Se repliegan como lombrices y callan.

Entre las papilas cotejan los cambios.

Los sentidos se alertan al alba.


7’53 h

Puedes aprender a renunciar cada día.

Decidir y detener los ritos de la matanza.

Amordazar las bocas de los cañones.

Gritar, ¡no más soldados preventivos!

¡No más desesperaciones infaustas!

!No más campos sembrados de horror!


7’55 h

Conozco la condición de los hombres.

No son domables sus sentimientos.

En ocasiones es demencia colectiva

Todo se convierte en un ritual de muerte.

Sus hábitos grotescos son voz del señor.

Sus razones llagas del corazón.


8’00 h

Cuando la mente pierde el horizonte.

Los postes se hunden en la nada.

Las almas avanzan en carne viva.

El rencor florece con enzimas visionarías.

Los ojos observan distorsiones atroces.

El sacrificio se deviene en final añorado.

8’03 h

A más odio, más dolor, más inquina.

Desesperación y muerte lo redimen todo.

Los puentes de la razón se destrozan.

Esa es la estrategia de los sabios mostrencos.

No hay retroceso posible, no quedan enlaces.

Un abismo insondable devora el corazón.


8’05 h

Tenéis el cetro y el sextante unidos.

Sobre las ruinas de las torres de Babel unidos.

Tenéis la mente preparada y sois fuerte.

Los días oscuros traen después la calma.

Los sacrificios son inevitables.

El centauro se hace negro, la noche cabalga.


8’15 h

Es oportuno abandonar algunos frentes.

Hay conflictos que se han de desviar.

¡No hay reparación posible!

¡Es mejor qué se consuman solos!

Son cortafuegos para el alma desesperada.

Diques para contener las envestidas del mal.


¡No pueden quedar vencidos!


8’30 h

No atacar y aguantar es ser fuerte.

Se ilumina la mente con días jubilosos.

La inercia desgasta el mal en el aire.

El tiempo habla por vuestra boca.

Si fracasáis olvidaré vuestro nombre.

Uno a uno lo tacharé de la historia.


8’31 h

El tiempo os deja los huesos molidos.

Los pensamientos disueltos en la nada.

El rencor se licua entre la lluvia.

El odio ha devastado siete mil generaciones.

Ya no quedan nombres en las tumbas.


¡Hay que luchar con las armas del pan!

¡respirar para estar vivos!