Semillas viejas.
El sol es testigo de mi cautiverio.
Acaricia la tierra con besos cálidos
Deméter me busca entre aullidos.
Se corona entre ritos mistéricos.
Vuelo como semilla a la deriva
Es un viaje de gozo interminable
La tierra me devora como a Perséfone.
El Hades, invierno frío me cubre de sombras
Voy a Eleusis cargado de esperanza.
El licor me abre la puerta del asombro.
Voy más allá de la luz de los ojos.
Busco la madre, matriz cálida.
Semillas nuevas.
Otra vez en el ciclo de la naturaleza
El tiempo mineral ya es sueño pasado
Tengo miedo a las tinieblas y a la muerte.
Con los rayos del sol activo mi parte mortal.
El templo del amor es hoy un lupanar.
Llamo a la puerta de las bacantes.
Me reciben vestidas de fantasía.
Dejo cien euros en el plato limosnero.
Como Deméter y Perséfone me abrazan.
¡cautivan como diosas!
Con la verga inhiesta las envisto.
Una a una las cubro en la danza.
Entro y salgo de la gruta de las maravillas.
En la hija me vierto como polen de olivera.
La semilla se ha perdido entre muros.
Límites elásticos, el devenir es incierto...
¡brota o duerme en la tierra!
XXXIII
Por los albañales
Me arroja mi madre
Con dos puñales
XXXIV
Tus derechos
Menos que un vástago
De mala madre
XXXV
El fracasado
Por ser el más canijo
Tiene la culpa
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