VI puerta
I Voz
Las supercuerdas me balancean en espacios siderales.
Mecen la boca y la palabra en una visión espectral.
Las simetrías elementales me inundan de gozo.
Son baños de azul en los ojos de un niño invidente.
La antisimetria dormita en la identidad de Jacobi.
Así es hoy mi mente enjuta, comprimida al infinito.
El espaciotiempo planea en los dedos de Minkowsky
Como en los míos duerme el estallido del origen.
Las partículas elementales son gigantes en el vacío.
En su virar me abruman y me llenan de fruición.
Con ellas juego feliz en el frontón de los cielos.
Pelotas blancas y negras que gobierno a dos manos.
Seis son los pilares que se combinan en la materia.
Como los palitos de milenrama que lanzo cada día.
El invovoz es mi mano ejecutora en la tierra.
Con él las sendas del devenir se bifurcan oscuras.
Los veo cimbreantes, caprichosos los percibo.
Su gobierno fluye firme con leyes invisibles.
Arriba, abajo, encantado, ¡qué sarcasmo!
extraño, cima, fondo, ¡qué desolación!
Son ladrillos del pilar central que cimbran.
Soportan tensiones y alabeos del tiempo.
Para vosotros es suelo firme.
Las partículas me susurran al oído.
Las que no tienen masa bailan en el camino.
Son panderetas gozosas, sonajas diminutas.
Chocan contra un destino incierto y siguen.
¡Como el mío, es una lucha en los límites!
Giros dextrógiros y levógiros se polarizan.
Logaritmos que enlazan los caracoles.
Misteriosos fractales en especies verdes.
Principios que ordenan formas de ensueño.
Como mis ideas son hoy candonga al viento.
Todo trenza el momento angular de los quarks.
Una nube de polvo y electrones me excita.
Pasa por el hueco de mis ojos y me enoja.
Como el grito de las gaviotas me estremece.
Son nubes voraces en el pánico del viento.
El álgebra de Lie escribe versos luminosos.
Los bruñe con el dorso y canta los salmos.
Son rezos silenciosos con números primos.
Residuos incomprensibles y enlaces infinitos.
Una catenaria de luz que cimbra en el cielo.
Los hadrones redactan como copistas medievales.
Escriben y leen la partitura.
Los bosones de Higgs duermen.
Me esperan en el limbo.
Descansan antes que yo.
Se expanden en mis oscilaciones.
Los números naturales dibujan el límite.
!Tu me legas los pesares...!
–Una danza extraordinaria y llameante me envuelve.
Son bombas de hidrógeno que se demoran.
La radiación cósmica de fondo cambia de signo.
Mi aliento inflama los transistores.
Quema la piel y enciende los montes –
!Tu tarea es la vida en lucha..!
El tiempo se dibuja sobre el plano del tiempo.
Como luz en tu mano se mece sin presencia.
No espero nada de ese lugar vacío de referentes.
El regreso a la vida es posible sin memoria.
El estado mineral es placentero sin recuerdo.
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