El gusto
Como sin cesar larvas del río.
Los alevines crujen entre los dientes.
El sabor de sus cuerpos me estremece.
Mi boca es féretro de muerte.
La lengua es un látigo terrible.
Con ella trituro los huevos.
Contra el paladar se estrellan.
Crujen como mosquitos.
Hago nidada con otros seis.
No los conozco, no se su nombre.
Tenemos relaciones violentas.
Me han devorado el rostro.
Será imposible convivir juntos.
Es una pelea desigual,
¡soy el más débil y pienso!
¡Hay que luchar para estar vivo!
VI Antífona
Un latigazo
Chasquido en el aire
Que te destruye
VII Antífona
Saliste bravo
En torrentes de sangre
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