IV promesa
El rojo púrpura inunda los ojos.
El corazón percute sin cesar
Mi cuerpo flota en lagares de mosto
Beodo zumbo como un moscón
Me siento insignificante
Baldeado por cálida luz
Como una estrella lejana
Me asombro sin cesar
Qué destino me espera
Ya presiento la soledad
Como serpiente me deslizo
La lengua rastrea la presa
El limo verde es mi lecho
Me acarician las auroras
El invovoz muere de tristeza
Con el miedo disuelves la espera
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