viernes, 2 de octubre de 2009

Quién es Fénix

Es el momento de la concepción y la muerte. 2-10-09


El texto destila cierta ambigüedad, en ocasiones es un ave de colores rojizos candentes, en otras es el sol y en la mayoría de los casos se comporta como un humano. Es una trinidad compleja que recuerda las clásicas. Voy a dejar este apartado en manos del devenir, a su vez hago una advertencia, todo es sencillo, id y ved la ciudad del sol en los colores de la aurora. Yo lo hago cada día y el asombro me mantiene en el despertar permanente.

El relato tiene un propósito personal, girar el orden de mi pesar, eso conlleva vivir en plenitud el renacer en los colores del alba. Fénix ya es parte imprescindible de mis vivencias. Se encuentra en el pensamiento que ha generado y en el vigor que ha impregnado a mi cuerpo. Él se ha colado en mí con los colores de la aurora y los relatos son una ofrenda para aquellos que deseen entrar en la historia. Animo a estas personas a que sigan la experiencia de ver el nacimiento del sol cada día, seguro que no quedan indiferentes…


Quisiera destacar tres aspectos fundamentales del proyecto: el mito como excusa para generar una historia nueva, el sol como eje fundamental para nuestra vida, y el concepto de ciudad como lugar donde se desarrolla la historia y el pensamiento de los humanos.


En un lugar más alejado queda el feliz encuentro de dejar abierto el ritual, de permitir que se exprese el azar y el flujo del pensamiento, de acoplarlo al devenir del día a día y de generar la sensación de libertad...


La figura del invovoz ha sido un recurso necesario para salir de mis temores y encadenamientos. Una bisagra útil para dejar libres expresiones y acciones que de otra manera habrían sido más difíciles de articular.


Percutir el momento de tu concepción. 2-10-09

En el fondo de toda la historia de Fénix o la ciudad del sol, de los radiantes amaneceres y los cantos y danzas del invovoz, queda oculta una intención sublime; un ser confundido en la niebla espera el momento para estar entre nosotros.

¡Él será el hijo del sol…!


Salmo I

Estado del alma

Versículo I

Lugar

La luz del crepúsculo me llena de tristeza.

He de marchar como lo hace la tarde.

Mis huesos marchitos se quiebran.

Es la hora de partir es la hora.

He cumplido la tarea he cumplido.

La vida es un ciclo la vida.


Es adecuado el lugar que veo entre dos rocas.

Traigo una gavilla de canela florida.

Sándalo azul, tomillo y mejorana.

Cardamomo, manzanilla y menta seca.

Hojas secas del laurel de los poetas.

Con todo ello hago el lecho de la muerte.


La marcha me llena de tristeza el pecho.

Pero he de darte mis alas de fuego en la tarde.

Ya no me llevan, en ti serán brazos de viento.

La luz de mis ojos ha de ser tuya y servirte.

Si no marcho ahora, tú no nacerás mañana.

Unidos de la mano en el trayecto de la noche unidos.


Es mi obligación morir en poniente.

En los macizos rocosos de la Mola de Colldejou.

Ya tengo preparado el lecho ya tengo.

Morada de aromas seductoras morada.

Los últimos fulgores iluminaran la plana.

La pira del nacimiento y la muerte espera.


Los riscos impresionan al mirarlos .

Son catedrales cargadas de misterio.

La presencia de lo eterno habla en la roca.

El soplo del viento hace sonar una flauta mágica.

Los colores del cielo describen mis versos.

En las sombras se adormece lentamente mi pesar.

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