sábado, 20 de junio de 2009

La cornalera


Ahuyento las tinieblas


Encaramado en Alcor actúo con precisión en el devenir de los cambios, son diez pasos que he de hacer con un instrumental sencillo. Pienso que es el momento, los instantes pasan y las sombras huyen hacia poniente. Tomo un palo ganchudo y lo agito de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. Ahuyento las sombras estirando los brazos y girándolo con mesura y fuerza. Es como un cuerno de reno, como un arpón múltiple sin aderezos. Estaba tirado en el suelo, desvencijado y carcomido. Se hallaba perdido en el caos de mi mente y ahora está a punto de tener nombre; le llamaré la “Cornalera” y es el arma que aré servir para mitigar el miedo, el instrumento para amenazar y defenderme… ¿contra qué?
He puesto nombre a una rama seca; ¡ahora es un arma entre las manos! Nada puede ser más verdad que ese instante; las luces cambian ¡precipitadamente cambian!. Las sombras se iluminan, los colores aparecen, la tierra toma el color que dan sentido a los ojos, la vida se hace posible en un escenario tan variado, se da generosamente y canta una jácara interminable, ¡también para los vencidos!

Por el este llega mi aliento
Fundido en los destellos del sol
Si vas a poniente en su camino
Jamás te faltará luz en los ojos
Ni sentirás cansados los pies.

También por las cimas del este
Llegan torrentes de esperanza
!Vamos a enjuagar el pecho
Con un baño de partículas azules!
¡Es el momento de renacer,
de asombrarnos como niños!

En pocos minutos las brumas han desaparecido, los azules profundos han dado paso a los tonos cálidos, la nubes invisibles se han hecho presentes, ahora son formas en el cielo y figuran rebaños paciendo placenteramente, sin dudarlo un instante pienso, “son creaciones de la mente! Todo se describe con claridad entre los cambios rápidos, cada instante muestra su propia realidad y, a su vez, presenta una forma estable, intemporal, eterna. El sol ha nacido una vez más, ya lleva más de 5 mil millones de años en ese deambular sin pausa. Riega la tierra con racimos verdes y los océanos de fitoplancton, no hay que atropellarse, ¡hay comida para todos!
Una y otra vez actúo, subo y bajo de Alcor, entro y salgo del asombro; de aquel lugar que tiene abiertas las ventanas en todas las direcciones. Con la cornalera hago giros precisos, ¡ahuyento las tinieblas!

3 comentarios:

Andreu Dexeus dijo...

Hola Rufino, soc l'Andreu Dexeus, i escric en el teu blog per fer-te saber que a partir d'avui aniré seguint les teves publicacions. Hem passat una vetllada molt agradable aquesta tarde a casa vostra, i he quedat impressionat per la passió amb la que comuniques les teves idees. Amb la Lucía, la meva dona, no hem parat de parlar dels moments que hem passat a casa vostra, fins que s'ha dormit. Jo, ara estic assegut davant l'ordinador, encuriosit. Qui s'aixeca cada dia durant un any, a la mateixa hora, i és capaç de dur a terme un ritus diari, amb l'objectiu de... En fi, suposo que ho descobriré llegint el teu blog.

Una abraçada.

Rufino Mesa Vázquez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rufino Mesa Vázquez dijo...

Gràcies Andreu: com Fènix, renàixer, !segurament!. També seguir viu i proporcionar-me moments de reflexió que no es poden trobar en cap altre lloc. La vida és una lluita, un camí que hem de dibuixar,renàixer és part de traçat.