La transmutación de la materia no es sólo una cuestión de alquimistas, es un hecho real que se deviene de forma natural y se ejecuta sin intenciones; sus consecuencias son asombrosas. Algunos de los átomos del cuerpo de Fénix se han hecho de elementos de peso inferior, la fisión nuclear lo hace pasar por el lenguaje del plomo y otros similares. Sus versos se funden en la boca como manteca dulce y su voz se desgaja en el sueño rápidamente. En otras ocasiones, cuando se adentra en los confines de la galaxia, lo que experimenta es la fusión nuclear consiguiendo transmutarse en elementos atómicos más pesados y sus palabras son emisiones de luz humanizada; son la que capta y presenta el Invovoz en las fotografías del ritual Ciclo C12.
Cada átomo de su cuerpo es roto con un martillo y diminutos soles nacen de los encuentros. Las partículas fundamentales se rompen y cantidades ingentes de energía es liberada, todo es arrasado como el brazo exterminador abrasó su nido en el paraíso. Cada átomo de Fénix es una fuente inagotable de calor, de luz y germen de vida. El ciclo empieza de nuevo en una escala jamás pensada.
Renacer es un hecho impuesto por los procesos de la energía, ella es la caja misteriosa y eterna que formula todas las propuestas posibles, se recombina en un juego incesante de creaciones materiales. A la velocidad que opera se deviene en partículas fundamentales, en materia viva que poco a poco se hace carne y pensamiento; ¡realmente es un milagro!
Es el momento, la tierra es fresca en la marmita de los cambios. 28.9.09
La materia se agrupa para formar una variedad ingente de moléculas abióticas que como ya se he dicho son lujuriosas y tienen tendencias concupiscentes. En cierta manera es un impulso que nos conmueve siempre, la libido es una energía asombrosa, todo puede ser devorado por la fuerza sensual de las semillas. Todo es danzar en los estribos del sueño, todo es enlazado en un abrazo invisible, en un impulso amoroso que tiene lugar entre el azar y la necesidad.
Las moléculas de carbono comienzan a organizarse, la formación de las moléculas de carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos se ponen en marcha, la vida se mueve a velocidades cercanas a la luz. La sensualidad busca los enlaces, las atracciones son inevitables, en ocasiones bastardas; ese es el momento de la gran explosión creativa de la vida.
¡Nace y muere, nace y muere!
¡renacen una y otra vez como lo hacen los días!
Los salmos son cantos eternos que exhala la luz del mundo, el vector que hace que la energía, si es posible, se devenga en materia y esta en vida.
De las manos del Fénix sol nace el pensamiento y con él la conciencia…; pero lo curioso del tema es que él no se ha enterado de nada.
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