jueves, 23 de julio de 2009

La cornalera

Cornalera pequeña, con ella ahuyento las brumas. 23-7-09

Hoy empecé un proceso largo,
quiero fundir en bronce la cornalera pequeña.
Tengo tres, cada una tiene su aplicación
Son armas eminentemente especializadas.

Fundirla era un paso obligado,
lo haré con los objetos del viaje.
Una atención con los recuerdos creados.
Pienso que hay que afianzar el pensamiento
antes de que lo cubra una mancha oscura.

Es un instrumento sencillo,
carcomido, pero estimado.
Me gusta hacerlo bailar antes de salir el sol.
¡Con él ahuyento las brumas!
Descargo dosis de rebeldía e ironía.

Es un momento delicado,
poca luz y regular en toda la escena.
He de hacer una exposición ajustada.
Un segundo f.22 es el apropiado
y la cornalera baila en el aire.
Clic, clac, clic, clac, canta; ¡es un ave milenaria!

Así la hago trenzar cada mañana.
Parece una pajarito con dos cabezas transparentes.
Procuro que el brazo se mantenga firme
y el cuerpo no siempre salga movido…

A estas alturas ya empiezo a cogerle el truco… hoy no ha sido así.

La fundición ha ido bien, el fuego siempre tiene aspectos pavorosos y crea un día de nervios, de misterio y de dolor. Hoy han muerto cuatro bomberos en un incendio en Els Ports de Beseit, dos han quedado gravemente heridos. El fuego es la energía pavorosa que mueve el mundo, es hijo del sol, él nos da todo y también nos deja los huesos limpios…

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