viernes, 7 de agosto de 2009

Jacaras VII, VIII, IX

Cornalera bífida para cortar el cielo.

Luz del Especulo para mi padre. 7-8-09

Jácara VII

De tanta luz los ojos están ciegos.
Vestigio de los milagros prendido en el aire.
A la onza de oro le pedimos dinero, dinero.
Él baldea la tierra indiferente, ¡ la voltea sin cesar !

En cada ciclo dejamos caer súplicas.
Perlas húmedas entre la sal.
Plegarias abrumadas de dolor.
Letanías mecánicas entre la hierba.

Los templos han enmudecido.
Las estatuas han perdido el rostro.
Las puertas están selladas con plomo.
¡Gravadas con peticiones no atendidas!

Siempre estamos en el lecho suplicante.
Colmados de peticiones no atendidas.
Una columna infinita de pedigüeños.
¡ Eso es lo que somos !
¡ Una columna infinita de pedigüeños !

Cansados, abatidos, cobardes, derrotados, indolentes…,
¡ impostores !
¡ pedigüeños !

Pedir, pedir… ¡ levantar la cabeza a los hijos del sol y pedir !
¡ Elevar las manos al cielo y pedir !
Clamar con la boca cerrada y pedir, ¡ pedir, pedir !
Una voz inaudible se expande por los desiertos.
¡ Son demandas no atendidas, espectros que claman justicia !

Jácara VIII

Cada día cuando sale el sol me presento ante el.
Para mi es un cáliz henchido de misterio.
La rosa de oro se yergue como polvo luminoso, ¡ lentamente !
Puedo mirarle a la cara por un instante,
Poco después tengo que agachar los ojos,

Es luz poderosa que quema la mente.
¡No se puede mirar con insolencia!
¡Hay que bajar la mirada!
Siento que me ha dejado sombras, ¡manchas en las pupilas!
¡Me ha quemado los sentidos!

Padre yo te llevo en el pensamiento.
Eres recuerdo que cura las heridas.
Con un gesto en el aire, ¡ yo te llevo !
Con un arco en los brazos , ¡ yo te llevo !
En el hueco de la mano hago tu lecho.
Entre los dedos pasas veloz.
¡ en el pensamiento yo te llevo !

Con la cornalera bífida cortaremos la oscuridad.
Después llegaremos a la Ciudad del sol.
Las puertas están abiertas, ¡ sus murallas han caído !
Para que pases con tu ultimo aliento, ¡ han caído !
¡ El paso será solemne, tus palabras están escritas con mirra !

El tono de tu voz es levadura para los hombres.
Llevas prendida la esperanza de la tierra.
Lirios azules nacen de tus manos heridas.
Danzas el ritmo del dolor del mundo.
Susurras canciones para tus hijos.

¡Padre yo te llevo a la Ciudad del sol!
Donde renacen los días en forma de luz y color.
Donde vuelve a iluminarse el perfil de la vida.

¡ Padre yo te llevo !
Cargado sobre mi, ¡ yo te llevo !
Descansa un día más.

Pasaremos las montañas con sus velos azulados.
Las cañadas con las brumas blanquecinas.
Pasaremos los recodos ciegos, umbríos.

Los valles cargados de penumbra y de temor.
Las rocas fascinadas vibrarán a nuestro paso.
Nos dirán con palabras inaudibles;

–¿dónde vais espectros en pena?
- ¿dónde vais almas perdidas?
¿dónde vais derrotados?–

Vamos a la Ciudad del sol,
nos espera un trecho largo.
Yo estoy cansado pero tengo fuerza
y llevo conmigo los restos de mi padre.

---–¿dónde vais pregunta la encina?–

Voy a la Ciudad del sol
a vestir a mi padre con colores boreales.

Voy a la Ciudad del sol
a dejar sus cenizas en el lecho del río.
Su palabra quebrada en el pozo del dolor.
Su alma en los estribos del aire.

Jácara IX

Soy testimonio del edén perdido.
El árbol del paraíso era infértil.
No engendró los frutos del saber.
Sólo semillas del mal traía.
En un rincón del baldío
! Hoy arde como una bengala !

El ave Fénix logró huir de su sombra.
Entre los matices de la aurora pasó veloz.
Cada día veo su rostro en la luz crepuscular.
Él me susurra al oído jácaras increíbles.

– ¡Hay que luchar !–

Me dicen sus colores encendidos.
Hay que caminar las sendas desconocidas.
Arrancar el amor de las rocas duras.
Construir baluartes al espíritu.
! Hay que luchar para estar vivo !

Poner firmeza en la mente de los hijos.
Destreza y secreto en el hueco de las manos.
¡ Qué esperen fuertes como robles !
¡ Qué se hagan potentes como la roca !
Decían tus palabras de trueno.

Padre yo te llevo, ¡ soy fuerte !
Llegaremos hasta la Ciudad del sol
Y cuando asome la rosa de oro
te cubriré con los velos de la aurora.

Una vez más, podremos sentirnos renacidos.
Podremos descansar en la confianza
de que nada se acaba.
De que nacemos de la bruma
y nos convertimos en bruma…

2 comentarios:

fpz_eadt dijo...

Rufino,
Es impresionante la energia, la fuerza que despide tu proyecto de "Fénix o La ciudad del Sol". Está lleno de compromiso y de fuerza poética.

Como dices en una de las Jácaras, somos unos indolentes, sólo pedimos.

Cuando llegue el 13 de febrero de 2010, renacerás cual Ave Fénix. La larga e intensa experiencia de "Fénix o la Ciudad del Sol" sin duda te habrá transformado. Es un intenso viaje conceptual y espiritual. Serás todavía más fuerte después de haberte demostrado tu capacidad pera llevar a cabo un proyecto tan ambicioso. Dejarás atrás una parte del dolor, expiadado en el acto diario de compromiso con el sol y el mundo.

El problema es que nosotros continuaremos igual de indolentes, o todavía más. Como Chamán de Alcor imploraremos tu perdón.

Las fotografias son impresionantes. Sé que el lugar donde recibes el Sol cada día es un espacio humilde, que pasaría desapercibido a cualquiera. En las fotografías resplandece, se hace inolvidable. Me gusta como lo has reiventado en Estella, y en los lógicos desplazamientos de "La Comella" a lo largo de los doce meses que dure el proyecto.

Siempre me ha interesado el cuadro de "El Viajero sobre el mar de nubes" del alemán C. D. Friedrich. Planteé una investigación para un curso de doctorado intentando explicar porqué hay tantas imágenes contemporáneas que de una manera u otra reverberan esta imagen, evocando un personaje solitario delante de una naturaleza abismal e inmensa. Tus fotografías són de las más poéticas e interesantes en esta línea. Evocan un encuentro/enfrentamiento entre el yo individual y el cosmos, en una época en que cada uno de nosotros estamos obligados a erigir un sentido a la vida y a la naturaleza... un esfuerzo titánico para hacerlo en solitario.

Las Jácaras son muy bellas... Me recuerdan el mejor tono mítico y bíblico de Salvador Espriu, él que también buscaba la trascendencia en aquello más humano, asumiendo la derrota y el dolor sin amagos. Y ya sólo queda esperar a la décima y última jácara.

Por pedir, quisiéramos ser el Padre de Fénix para que él nos ofreciera...

"¡ Padre yo te llevo !
Cargado sobre mi, ¡ yo te llevo !
Descansa un día más."

Pero hemos de avanzar... Tu proyecto nos da fuerzas, por su contenido poético y su ejemplo de constancia sin lugar para el desaliento. Endevant, Rufino!!

Francesc Perramon

Rufino Mesa Vázquez dijo...

Gracias por el ánimo que impulsas al proyecto. Es verdad que la imagen de Caspar David Friedrich ha dejado una impronta y las imágenes que enfrentan al hombre con la naturaleza parece que son deudoras de él. Aclaro este punto ya que es información relevante. Sin que me parezca negativo, tengo tres referentes más claros, la figura de Dédalo; toda su historia tiene conexiones sutiles con Fénix o la ciudad del sol, el tormento de Prometeo encadenado a una roca; también la lucha del día a día y el drama es parte de Fénix, y por último, la leyenda de Bennu en el momento de la creación.
Te imaginas…, unos ojos que miran el momento de la creación del mundo.
¡Abrazos desde Alcor!