IV Testamento
Legajo IV. I
Soy lucerna de vuestro cielo
El que ilumina y lo ofrece todo
Nada reclamo a cambio
Asigno mis leyes al morir
No puedo hacer nada más
Soy el que veis cada día
Puedo calcinar los ojos
No me oculto entre enigmas
Mi cuerpo se consume cada día
Mi padre sopla las brasas
Como yo sois masa reciclable
Materia animada con un suspiro
Juego de harina y trigal eterno
Estáis hechos en las vasijas del cielo
Réplicas de la misma luz
Sois sueño desvelado
Impulsos de sal variable
Así queda hoy otorgado
Como máquinas rodantes
Tenéis la vida limitada
Os doy el pensamiento
Ajustado como al corzo
Le llamáis alma o espíritu
Pensáis en lugares eternos
En premios fabulosos
No existen esos lugares
Son fruto de vuestra mente
Placebos para el consuelo
Arquitecturas de ensueño
Arcas para sitiar el llanto
Sólo sois algo en la tierra
Un instante de presunción
Después, olvido entre cenizas
Entre mis rayos de luz
Se formulan vuestros ojos
Tenéis que luchar para seguir vivos
Arrancar los metales de la mina
La competencia es cruel en la vida
Si eres débil, si estás cansado,
si tienes miedo,
¡estás perdido!
Os dejo la libertad oculta
En el pozo del dolor la dejo
Tenéis que rebuscarla cada día
Con legañas en los ojos indagar
Es consuelo en los colores del alba
! A veces se funde como un suspiro!
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