martes, 6 de octubre de 2009

Salmo II

Salida del inframundo. 6-10-09

!Buenos días amor, buenos días!


Versículo I


Funeral


Hijo tú me llevas a la matriz de la tierra.

Al dominio de la energía oscura tú me llevas.

Voy sobre tu espalda como una gabela ligera.


Cantas las jácaras con los susurros del bosque.

Tu paso es firme y mueves las cornaleras.

Hijo tu me llevas y me ahuyentas cada mañana.


Has recogido mis simientes una a una entre los dedos.

Has barrido las cenizas con una escoba de palma.

Hasta el aire has tomado en el hueco de tu mano


Soplabas suave para separar el grano de la paja.

Me purificas dentro del huevo de las cunanas.

Como una mariposa me emparedas con mirra.


La crisálida de los tiempos has dejado dentro.

El vacío resuena en mi copa y brindo contigo.

Me has custodiado hasta la ciudad del sol.


El vibrato de tu voz ha hecho llorar los jacintos.

Tus cantos han helado el corazón de los mortales.

Como una gabela ligera tu me has traído.


Has depositado las cenizas en Alcor II.

Quince generaciones, ¡estamos reunidos!

Has decorado las estelas con paisajes vividos.


Has plantado cañas para que las silbe el viento.

Unos cactos con espinos guardan la tumba.

Toda la estirpe en sueño, ¡estamos reunidos!


En el crisol de los limbos evocas mi presencia.

Me llevas sobre tu espalda como una onza de oro.

El peso que soportas es el dolor de los hombres.


No te aflijas por mi, ya todo está perdido.

En el rincón de espera me has dejado.

Eres el fundidor que decanta los metales.


Cantando encontraré el camino de regreso.

Seré feliz si puedo hablar por tu boca.

En el hueco de tu mano llevas mis cenizas.