
Canto del padre
Crujen tus huesos como palos secos
Tus aúllos zahieren caminos al sol
Ahuyentan mis sueños tus manos sangrantes
Veloces suben y bajan; señalan las sendas
Son surcos dolorosos que abren la sien
¿Qué son esos tizones celestes?
¿Esas llagas abiertas entre las nubes?
Son molinetes que exhala tu aliento
El fruto de tu mente que ha fermentado
Luces centelleantes que quiebran la roca
Silban con el viento, silban y gruñen
¡sin abrir la boca te cantan!
Tus sueños son réplica del mundo
En la aurora y sus llanos naces
Gimes entre los cielos oscuros
Remontas en un potro ciego
Un río oscuro y veloz remontas
Recorres furtivo las torrenteras
Entre sollozos glorificas todo
Has sido el canto en mi pecho
Me golpeas en la boca, en la palabra
En el tránsito me das cuatro martillos
Bailas como las semillas, ¡bailas!
Sollozas, timbre viral en la tierra, sollozas
Tu boca es sima del deseo, tu boca
Hueco donde resuenan las voces
La garganta que lo devora todo
Allí naces, eres susurro de luna.
Tomas aliento oscuro y gimes
De las simas arrancas cebo de las simas
De las profundidades ígneas lo arrancas
Nos traes el señuelo que nos hará desfallecer
¡Una y otra vez derrotados!
Así torturas mis sentidos, cada día
Tus palabras son dulces y traspasan
Tus manos son tan veloces, tan apasionadas
Que se funden con los rayos del sol al alba
¡Después duermes!
Cuando se desangra la aurora en el cielo
Tu llamas al corazón florecido
Canto siniestro, es un timbre de dolor
En el pecho construyes la tumba
La incertidumbre que se expande
Todo lo sangras en versos de luz
En los desiertos oscuros te extiendes...
II Canto
Soy padre dormido entre el surco
Tu eres mente confundida, emocionada
Lloras como salitre entre rocas
Eres polvo de polvo uncido
Brote seco que arroja la primavera
En tu imaginación nace la herida
En tu cuerpo el lazo roto
En la piel las zanjas hundidas
En los pies la fatiga permanente
Así emergen las sombras de la muerte
La vida es caldo de sementera
Oscila como timbre en la mente
Entre membranas nace y se replica
Se cobija y guarda la simiente
Tesoros que nacen, se recrean
Como cajitas de ensueño florecen
Dormidas unas dentro de otras
Secretas entre paños terribles
Entre dolores, ensimismados,
¡allí permanecen!